Al Español de a pie

 Es mi primer 12 de octubre en Madrid y he estado pensando varias cosas…


No creo que haya que pasar de una Leyenda Negra a una Leyenda Blanca pero sí creo que si no te conoces bien, si dejas que te definan otros, no puedes vivir en verdad, abrazarte y mirar hacia el futuro con esperanza y dirección.

La historia de España no es inmaculada, está llena de luces y sombras como está lleno el ser humano de ellas. Hablar de España, hablar de hispanidad, es hablar de eso: de personas, de historias entretejidas, de lazos forjados, de familias imperfectas con diferencias que se unen para florecer,  de raíces que son un orgullo y de perdón sincero por hacernos daño a nosotros mismos ayer y hoy.


Como española, identidad que no siempre me ha encantado abanderar, hoy me planteo ¿por qué me he pasado la vida rechazando lo que soy? ¿Por qué he interiorizado que decir cosas como “okay” queda mejor que decir “de acuerdo”? ¿Por qué estamos cambiando año tras año el pesebre y rezar por nuestros difuntos por Papá Noel y Halloween? ¿Por qué viajamos a Asia en búsqueda de espiritualidad y nos apuntamos a yoga sin pasar antes por la iglesia de al lado de casa? ¿Por qué soñamos con Bali cuando no conocemos las Cíes, la playa de las catedeales, la del Papagayo, la Costa Brava o Ses Illetes? ¿Por qué estamos siempre mirando admirados lo de fuera y menospreciando o dando por hecho lo de dentro? 


Creo que porque no nos amamos y no nos amamos porque no nos conocemos. ¿Por qué hablo de latam en lugar de hispanoamerica? ¿Por qué rechazamos el vasco o el catalán como si no fueran lenguas españolas? ¿Por qué catalogo directamente como facha o rojo y en base a eso le trato de un modo u otro? Hablan de los enemigos de España, de los enemigos de la libertad o de los enemigos del progreo social ¿pero es que no entendemos que es imposible que nos encontremos y crezcamos si estamos empeñados en crecer en nuestras diferencias? 


Centrémonos.

¿Qué nos une? Nos une un pasado, un presente y un futuro. Nos une una forma de entender la vida y una cultura rica en variedades que apuntan a un mismo Cielo. Nos une estar más cerca de ese Cielo que de Francia o de Portugal. Nos puede unir la verdad si la dejamos entrar y nos une que somos personas con la gran fortuna de haber nacido bajo un mismo hogar. Somos españoles por comapartir una misma Madre  (la llamemos Montserrat, Pilar, Rocío, Guadalupe, Covadonga, Begoña, Carmen o Almudena), lo somos por compartir un mismo padre (¿de dónde te creías que venía la palabra patria? ¿y madre patria?).


Como en todos los hogares hay un hijo rebelde adolescente que se siente incomprendido, hay otro que aunque no comprenda mucho trata de unir, otro que está a por uvas y otro que parece ser el favorito de la abuela. La habitación de cada hijo tiene un estilo propio pero el hogar es el mismo. Una familia exitosa es la que sin ser perfecta acoge el momento vital del otro, acoge sus particularidades y hace que en esas diferencias reine un amor y un proyecto común que permita crecer a todos unidos.


Como catalana he vivido comprendiendo que en el resto de España no me querían y como catalana he vivido sin decir muy alto que mis abuelos eran andaluces por complejo. Me han enseñado, sin quererlo, a ver las diferencias que enriquecen mi país como grandes amenazas. Hoy puedo decir feliz que soy catalana de raíces andaluzas que son mi mayor orgullo y que vivo maravillada de Madrid.

No nos afrancesemos pensando que la única España es la castellana ni pensemos que los lazos que nos unen son menores que las diferencias que nos separan.

Seas catalán, canario, gallego, de Segovia, de Zaragoza, Jaén, Oviedo, Vigo o Alcorcón somos elegidos para, unidos, humanizar el mundo pero no podemos humanizar el mundo sin abrazar nuestras diferencias y ver la belleza de esa unión que no uniforma sino que plenifica. Recordemos a Isabel.


Dejémonos de historias, estudiemos nuestro pasado desde el rigor, no nos peleemos y nos odiemos como si nuestro hermano fuese nuestro peor enemigo por tener ideas diferentes. Mirémonos como lo que somos: personas tremendamente afortunadas por compartir Madre y por haber nacido en una familia con fantásticos antepasados de quienes aprender.

Bailes sardanas, chotis o sevillanas, conozcas o no a tu Madre que tanto nos ha venido a visitar, ojalá algún día comprendas, como yo, que es un auténtico privilegio ser español.



Si España no es lo que está llamada a ser, pierde España y pierde el mundo. 

Si España no es lo que está llamda a ser, el mundo se deshumaniza. 

Español de a pie, recuerda quien eres.


Carla

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