Veranear

Por paradójico que parezca lo mejor de estos días ha sido el momento recogida...

Vernos a mi hermana y a mí recoger y limpiar con tanto cariño, cuidado y alegría la casa de mis abuelos donde pasábamos largas temporadas en verano ha sido una de nuestras formas inconscientes de materializar lo conscientes que somos de nuestra fortuna y de lo agradecidas que estamos.

Que no nos acostumbremos jamás a los grandes esfuerzos que han hecho nuestros abuelos ni a su enorme y admirable generosidad. Y que nunca dejemos de dar gracias y de honrarles con nuestra vida.

Por eso el otro día cuando recibí la pregunta de "¿dónde veraneas? esta pregunta me quedé pensando...

No todo el mundo tiene la enorme suerte de "veranear".

Ni siquiera la mayoría tiene el enorme privilegio de tener días de vacaciones.

Y mucho menos de tener segundas residencias... o primeras.

Que no nos acomodemos y demos por hecho de lo que podemos disfrutar. Y mucho menos nos creamos alguien o alardeemos.

Si tenemos algo, eso se nos ha dado inmerecidamente (incluso la vida).

Seamos MUY agradecidos y MUY generosos con nuestros dones en todos los sentidos.

Y, sobre todo, jamás demos por hecho que todo el mundo tiene la misma situación que nosotros porque en ocasiones incluso puede humillar.

Miremos con agradecimiento profundo el esfuerzo de quienes nos preceden porque tengamos o no posesiones o lugar de "veraneo" su generosidad nos ha dado una preciosa vida para entregarla con generosidad a los que nos rodean y a los que vendrán.




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