La Pascua es la Vida


¿Cómo le explicarías el sentido o el significado de la Pascua a alguien que no la entiende o no la conoce?


Le explicaría que es como tener la opción “Prime de Vida Eterna” gratis porque otro me la ha pagado para siempre.


Pascua significa etimológicamente “paso”. 


De forma banal pero para que se comprenda la idea: es ese paso de pasar de pagar “gastos de envío” a tener “Prime” sin pagar y para siempre.


¿Qué serían los “gastos de envío”?


Toda aquella muerte que hay en mí, todos aquellos anhelos que mi corazón reclama porque no están satisfechos: El anhelo de verdad cuando hay mentira, el anhelo de amor completo por quien soy cuando me siento imperfecto y desechado cuando no cumplo expectativas, el anhelo de que cuando gozo eso que me ha hecho gozar sea eterno, el anhelo de que haya justicia cuando hay injusticia, el deseo de que aquél a quien quiero viva para siempre y no muera, el deseo de que me valoren y quieran por quien soy y no por lo que hago, el deseo de libertad cuando me siento esclavo,... todos aquellos más íntimos que todos tenemos y que al no ser satisfechos me causan dolor, muerte en mí.


La Pascua nos brinda la opción de poder acceder de forma gratuita a ese “Prime” (gratuita porque alguien ha pagado la suscripción por mí) de Vida Eterna donde esos deseos de mi corazón se ven realizados y concretados.


La Pascua es ese suceso concreto por el que yo paso a tener la opción gratuita de dejar que la Vida reine en mí y mate a la muerte que me habita.


La Pascua nos brinda la opción de poder acceder de forma gratuita a ese “Prime” (gratuita porque alguien ha pagado la suscripción por mí) de Vida Eterna donde esos deseos de mi corazón se ven realizados y concretados.


La Pascua es ese suceso concreto por el que yo paso a tener la opción gratuita de dejar que la Vida reine en mí y mate a la muerte que me habita.


¿Hay condiciones?


Tener Wi-Fi, que es gratis. Podríamos decir que no las hay más allá de reconocer que necesitas y quieres eliminar la muerte en ti. Lo tienes si lo quieres. Eres libre para unirte al plan. Eso sí, como el plan es Vida, no hay cabida para la muerte. No hay cabida para el engaño (en el sentido de que existe una naturaleza de las cosas aunque estas se puedan desordenar con nuestra libertad), solo hay un camino correcto y pasa por rechazar el engaño y el mal. Del mismo modo que rechazaríamos cualquier propuesta que no fuese que 2 más 2 son 4.

Pero somos libres, limitados, vulnerables y nos equivocamos por lo que cada vez que haya muerte en mí (a parte de que mi corazón me reclamará que eso no es lo que se le había prometido) puedo reconocer la Vida que merezco y se me ofrece, rechazar la muerte (“pagar gastos de envío”) y volver a la opción “Prime”; volver a dejar que la Vida reine en mí, ser libre.


Así le explicaría el significado de la Pascua a alguien que no la entiende o no la conoce.


¿Qué celebran los cristianos el domingo de Resurrección?


Celebramos que todos aquellos deseos y anhelos que mi corazón tiene y me reclama como suyos están ahí porque hay una promesa de satisfacerlos que con la Resurrección se cumple.


¿A qué me refiero con “anhelos que mi corazón me reclama”?


Me refiero a ese deseo de justicia que todos tenemos, de que no haya muerte, de que lo bueno sea eterno, de que haya paz, de que reine el bien y no el mal, de que haya verdad y no mentira, de que aquello que es bello sea para siempre. Todos esos deseos más íntimos que mi corazón reclama cuando no son satisfechos, todos esos deseos se van a ver saciados gracias a la Resurrección. Pues esos deseos naturales que tenemos en el corazón están ahí inscritos y los reclamamos porque algo nos dice que, en su defecto, nos pertenece lo que se reclama. Dios supera la muerte que hay en mi naturaleza quebrada para rescatarme y volver a elevarme para recordarme y llevarme donde yo estaba en un principio. En un principio yo estaba en mi lugar, no estaba quebrada y recibía solo bien, verdad y belleza, no me conformaba con nada más que con lo máximo. No había muerte en mí y mis anhelos estaban realizados, por eso no me conformaba con migajas.


La Resurrección se concreta en un Dios que me quiere tanto y sufre tanto al verme perdida, sin saber quien soy, llena de heridas y muerte en mí, alimentándome de migajas que se hace hombre para que pueda entenderLe, ver que es a lo que estoy llamada y alimentarme con el banquete que merezco. El Espíritu se hace materia, lo abstracto se hace concreto, lo lejano se hace cercano, Dios de hace Hombre de carne y hueso, se hace alimento de la Vida que anhelo.


Ese Hombre me recuerda mi naturaleza, me recuerda mi origen, es el manual de instrucciones para la plenitud, felicidad y la libertad que tanto anhela mi corazón. Y, ese Hombre logra que toda esa muerte que hay en mí desaparezca. Hace que reine la Vida por encima de mi muerte (interior y carnal). Supera la mentira, la fealdad, el dolor, el egoísmo, la soledad, la angustia, el desamor, la desesperación, la muerte... no sucumbiendo a todas esas cosas malas, dando Vida cuando Él las sufre por mí.

Y, en concreto, no solo las pequeñas muertes en su vida las vence con Vida, con Amor, sino que también la muerte en si misma, vence el temido final de la vida mortal con la Vida Eterna.


Ahora morir no es terminar. La vida vence la muerte. La muerte es pasar a otro estado (como cuando pasas de estar en el vientre materno a estar fuera de él) con la opción de elegir que ese deseo de Eternidad que tiene mi corazón se cumpla y se vea realizado accediendo a la Vida Eterna y rechazando a la muerte. Porque siguiendo y reconociendo la verdad de quien soy frente a ese Hombre-Dios que me muestra el camino para que llegue a mi plenitud en la vida y tras la muerte, puedo dejar que Él viva encarnado en mí y dejar que haga lo que ya ha hecho por mí: vencer mis pequeñas muertes diarias y mi gran muerte para dar paso a mi Vida en mayúsculas. 


Porque, por si fuera poco, tal grandeza se ofrece como alimento, escondido en un sencillo y humilde trozo de pan, que al acceder a Él alimenta mi corazón con lo que éste realmente reclama y ese Hombre-Dios es: Vida.



¿Qué significa para ti la Resurrección?


Para mí la Resurrección es aquello por lo que el cristianismo existe. Y por lo que vivir tiene sentido. Sin Resurrección la vida no tiene sentido.

Sin Resurrección no hay cristianismo posible. No hay Vida posible. Como dice San Pablo: “si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe”.


Comprender la Resurrección es comprender el Cristianismo. Es comprender la vida. Es comprender que existe la muerte y que la Vida la vence. Es comprender que nacemos para no morir nunca y que nada tiene más sentido que eso sea así. 

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