Getsemaní en el hospital
Cuantos abuelos estarán sufriendo en soledad... sintiendo ese helado frío del aislamiento, de no saberse acompañado por quiénes aman... esa crudeza de sentirse, incluso, abandonado.... Cuantos abuelos estarán sufriendo estos días su propio Getsemaní... Que no se nos olvide que del mismo modo que a Jesús, ante la dura soledad de Getsemaní, pensar un instante en cada uno de sus hijos le daba un soplo de calidez, un soplo de esperanza, ahí, en cada frío y solitario Getsemaní vivido en un hospital, aun que sea de forma sutil, Jesús les acompaña.